CENTRO POLÍTICO: ¿QUÉ ES?



No soy politólogo, ni historiador, ni tampoco un erudito. Con esta entrada me gustaría definir, con mis propias palabras, lo que significa ser de centro político. Mi principal motivo para ello es que me sabe mal que la gente malinterprete mis palabras cada vez que expreso mis opiniones. En más de una ocasión, he escuchado decir que ser de centro es no mojarse, no comprometerse.

Nicolás Márquez decía que la Derecha es, ni más ni menos, que lo que se opone a la Izquierda. Más allá de su origen en la Revolución Francesa, ese es el concepto primordial. Y es ahí exactamente donde yo no quiero estar. Yo no busco el conflicto, sino la armonía.

Decía Antonio Escohotado que, para que exista la antítesis, es necesario que previamente exista la tesis. Sin la Izquierda, la Derecha no es nada. Sin la Derecha, la Izquierda no es nada. Yo paso de dogmas, de mantras y de lavado de cerebro. Yo quiero alcanzar y defender la verdad en la medida que mi limitada educación lo permita. Quiero ser razonable y no anclarme en el orgullo. El orgullo jamás ha hecho nada bueno por nadie. El orgullo nos impide rectificar cuando estamos equivocados.

Decía Margaret Thatcher que "estar en el centro de la carretera es muy peligroso; te atropella el tráfico de ambos sentidos". Y así es, te llueven hostias por todos lados.

Ser de centro político es un compromiso con la verdad y un rechazo al ego personal. Implica alegrarse cuando uno pierde un debate, pero se enriquece al mismo tiempo de todo lo aprendido. Implica el esfuerzo de rechazar sistemáticamente cualquier información que no haya sido previamente filtrada, contrastada, comprendida y asimilada. La diferencia entre un mantra y una idea es que esta última se puede relacionar con otras ideas, se puede interactuar con ella. Los mantras sólo pueden ser repetidos una y otra vez.

Eso es para mí el centro político. Sin duda, la posición política más comprometida y también la más incómoda e ingrata.

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