LA LACRA DEL FEMINISMO RADICAL

No, no se trata de una captura de pantalla de El Señor de Las Moscas, de 1990. Se trata de una manifestación organizada por el colectivo feminista más radical que ha habido en nuestra sociedad. Esta publicación tiene como principal objetivo señalar las innumerables contradicciones ideológicas del feminismo radical, también conocido como "feminismo marxista". Es altamente aconsejable echarle un vistazo a estas otras publicaciones del blog antes de comenzar:

FEMINISMO PARA PRINCIPIANTES
EL AUGE Y LA CAÍDA DEL FEMINISMO

Entendido el contenido de los dos artículos anteriores, aclaro que esta publicación no habla sobre la concepción clásica del feminismo, sino que se refiere exclusivamente a este feminismo moderno. El mismo feminismo radical que afirma que "el hembrismo y el feminismo no son la misma cosa". Yo estoy completamente a favor del feminismo clásico y la igualdad de todos los seres humanos, precisamente por este motivo me opongo al feminismo que estamos viviendo en estos tiempos modernos. Empecemos a ver sus innumerables contradicciones.

"Si nos organizamos, los matamos a todos".

Es lo que lleva escrito en el pecho la protagonista de la foto de portada de este artículo. La primera gran contradicción que encuentro, más allá del salvajismo que representa esta imagen... ¿No se suponía que era el hombre el que cosificaba el cuerpo de una mujer? Sin embargo, eres tú la que sale voluntariamente desnuda a la calle y la que utiliza su cuerpo como tablón de auncios. ¿No te estás cosificando a ti misma? Y yendo al fondo de la cuestión, afirmas que quieres matar a todos los hombres. ¿No hay ahí un poquito de hembrismo? ¿Cómo reaccionaría la sociedad si el mensaje fuera en sentido contrario, si hablase sobre matar a todas las mujeres? ¿Esa es la igualdad que proclaman?

"Ni una menos".

Este eslógan vacío merece un análisis muy exhaustivo, porque implica muchas cuestiones que se van a relacionar unas con otras a lo largo de esta publicación. Supongo que algunos sabrán que existe un número de teléfono de ayuda para personas que sufren "violencia de género", el 016. ¿Sabéis que este número rechaza atender a hombres maltratados? Aún digo más, también rechaza atender a mujeres maltratadas por otra mujer. Y, cuando se ha sacado este tema en la marcha del 8 de Marzo, ¿sabéis lo que han respondido las feministas? Han dicho que, si los hombres quieren su propio número de ayuda, que salgan a manifestarse por él. ¿Seguro que el "feminismo es la búsqueda de la igualdad"? ¿Es que acaso hay un cupo de personas a las que se les puede prestar ayuda? ¿Será que solo pueden ayudar a 100 personas cada mes y que, después de eso, ya no cabe nadie más? ¿Y qué pasa cuando la persona 101 es una mujer maltratada por otra mujer, a esa ya no la ayudamos? ¿Por qué esa discriminación por razón de sexo a la hora de auxiliar a una persona que está siendo víctima de maltrato?

"A nosotras nos matan más que a los hombres".

En primer lugar, esta afirmación es completamente falsa. Acorde a los datos ofrecidos por el Instituto Nacional de Estadística (INE) y la Organización Mundial de la Salud (OMS), los crímenes de asesinato se registran como "violencia interpersonal". Ambas instituciones reflejan que las muertes por violencia interpersonal son de 3 contra 1 de hombres y mujeres, respectivamente. Es decir, por cada mujer asesinada, hay tres hombres asesinados. Lo que pasa es que sí es cierto que la mayoría de los asesinatos son cometidos por hombres. Es justo en este punto cuando una persona sensata debería aclarar sus ideas y decidir qué pesa más: si proteger a las víctimas o castigar a los victimarios.

"Existe una violencia específica contra las mujeres, por eso es necesario una ley especial".

Este es probablemente el argumento más polémico y retorcido que ha creado el feminismo, y voy a demostrarlo usando esta misma lógica para hablar de otra violencia específica que es pandémica en nuestra sociedad: los infanticidios. Acorde a las estadísticas, el 71% de los infanticidios son cometidos por mujeres, principalmente sus madres o madrastras. Esto supone que 7 de cada 10 niños asesinados, lo son a manos de mujeres. La noticia más reciente de este tipo de casos es de hace tan solo 5 días: Britanny Reee Pilington, de 27 años, en Ohio, mata a sus tres hijos por miedo a que se convirtieran en maltratadores de mujeres el día de mañana. Los niños tenían edades comprendidas entre 3 meses y 4 años. Algunos dirán que bueno... eso ocurre en otros lugares, no en España. Bueno, vamos a remontarnos a principios del mes pasado, en Octubre. Una madre mata a su hijo de 7 años en El Ejido, Almería. Lo asfixió hasta provocarle la muerte. Y esa mujer había sido ya denunciada por maltratos. De hecho, había perdido la custodia del niño, pero aún así, lo retuvo en su casa hasta que finalmente acabó con él. ¿Seguimos y nos remontamos a Ana Julia Quezada y el brutal asesinato del niño Gabriel Cruz, o ya está la cosa clara? Que, por cierto, estas dos desgraciadas son vecinas de celda ahora. ¡Perfecto para que puedan contarse historias entre ellas!

Existe pues, una violencia específica de las mujeres contra los niños. ¿Nos ponemos a legislar sobre esa base? Si eres hombre y matas a un niño, a la cárcel 5 años. Si eres mujer, 20 años. ¿Cuántas de estas feministas modernas estarían de acuerdo con tomar esta medida? Al fin y al cabo, los argumentos son suyos: "una violencia específica necesita una ley especial". ¡Ahí es cuando ya se les pone la boca pequeña a la hora de hablar sobre "igualdad"! Y es que, la Ley existe precisamente para hacernos a todos iguales ante ella, así lo dictamina el Artículo 14 de la Constitución Española. Lo que esta gente quiere no es igualdad, ¡que no os engañen!

"El feminismo busca la igualdad".

No se puede crear la igualdad bajo el pretexto de proteger a la mitad de la población, al mismo tiempo que se criminaliza a la otra mitad. Proteger a las personas: sí, siempre. Pero a todas por igual. Cualquier persona en peligro debe ser protegida a toda costa. Si los protocolos que aplicamos a proteger a las mujeres los aplicásemos por igual a todas las personas, probablemente ese niño de 7 años de Almería aún seguiría vivo. Porque, cuando una mujer denuncia a un hombre por violencia de género, a ese hombre se le detiene y se le aparta de su posible víctima para proteger su vida. Pero no ha sido así, a pesar de que esa señora fue denunciada reiteradamente por maltratar a su hijo. Ese niño nunca llegará a soplar 8 velas en una tarta. Ese niño está muerto porque la Ley no lo protegió.

Así que tenemos un grave problema en este país, cuando existen ciudadanos de primera y de segunda categorías. Y el peor de los problemas es que esta gente mira para otro lado, porque sus chiringuitos feministas son tremendamente lucrativos, como ya se ha demostrado en Andalucía, cuando del dinero destinado a proteger a las mujeres se iba perdiendo por el camino, entre enchufados varios, y a las mujeres realmente maltratadas les llegaba tan solo un 2.8% del presupuesto. Lo estamos haciendo mal y tenemos que cambiarlo si de verdad somos honestos y buscamos la verdadera igualdad. Y si no, que se quiten de en medio estas hembristas, porque eso es lo que son, pues son una lacra para la sociedad.

Antes de finalizar, enlazo la noticia, para que así podáis leer que ese pobre niño le mandó un audio a su abuela en el que le decía "Mamá me está haciendo daño". Y ese niño ya no respira porque estamos haciendo las cosas mal.

MAMÁ ME ESTÁ HACIENDO DAÑO

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