EL AUGE Y LA CAÍDA DEL FEMINISMO

"El feminismo busca la igualdad".
"Si no eres mujer, no puedes opinar sobre feminismo".
"La sociedad heteropatriarcal ejerce una violencia estructural sobre la mujer".
"Si no eres feminista, entonces eres un misógino".
Son algunas de las tonterías que suelen salir en los debates sobre feminismo en los que he participado. Para responder a algunas de ellas, es necesario entender qué es el feminismo, o siendo más específicos, qué son los feminismos.

Existió un feminismo conocido como "Feminismo de la Primera Ola" o "Feminismo Ilustrado". Todo comenzó en 1673, con el libro de un monje llamado François Poullain de la Barre titulado "La igualdad de los sexos". Es el primero en sugerir que el cerebro de la mujer y el del hombre son iguales. Por supuesto, nuestro amigo François no se comió un colín en vida y sus opiniones fueron duramente criticadas, tanto, que murió en el exilio. Y tenemos otras figuras importantes, como Mary Wollstonecraft, madre de Mary Shelley (la autora de "Frankenstein"), que indicó que la mujer era inferior al hombre, pero que lo era porque se la había enseñado para ser así. Surgió entonces el debate de lo que es innato y lo que es una construcción social. Y hubo otras grandes figuras, como Olympe de Gouges, que luchó por la igualdad entre hombres y mujeres hasta que literalmente perdió la cabeza en la guillotina.

Sin embargo, la semillita que plantaron estas personas dio sus frutos muchos años después. Inspirados por sus revolucionarias ideas, algunas personas, como Emmeline y Richard Pankhurst en Reino Unido, o Dolores Ibárruri (la presunta asesina de Calvo Sotelo) en España, cosecharon algunos éxitos para la causa, especialmente en lo que respecta al sufragio femenino. Y es por estas personas que surgió el "Feminismo de la Segunda Ola" o "Feminismo Liberal Sufragista". Y es que la esencia del este movimiento fue la lucha por el reconocimiento legal de los derechos de la mujer.

De ahí nos vamos hasta la sociedad estadounidense de la década de los '60 y el nacimiento del "Feminismo de la Tercera Ola" o "Feminismo Marxista". Son unos años muy convulsos en los que hay represión y revolución a partes iguales. Los Panteras Negras pegan con fuerza en California, luchando por los derechos de los negros. Los hippies se manifiestan en contra de la Guerra de Vietnam. También el colectivo LGTBI empieza a manifestarse abiertamente. En todo ese caldo de cultivo, incluso encontramos híbridos como Vivian Malone Jones, una estudiante negra que en 1963 dejó a todos con la boca abierta al atravesar las puertas de la Universidad de Alabama como alumna.

Probablemente, la figura más importante de este tercer movimiento feminista sea Kate Millet, la cual es la primera en acuñar términos como "brecha salarial", "techo de cristal" o "patriarcado" entre 1966 y 1970, especialmente con su libro "Política sexual", de 1970. Este Feminismo de Tercera Ola se centra, a diferencia del primero, en la desigualdad de facto, es decir, la que no se encuentra en los derechos legales, sino en los hábitos de la sociedad a nivel familiar, laboral, etc. Otra feminista muy influyente de esta época fue Shulamith Firestone, la cual aplicó las doctrinas del marxismo al feminismo, cambiando así la "lucha de clases" por la "lucha de sexos". Todo ello perfectamente reflejado en su libro "La Dialéctica del Sexo", también de 1970. Es por ella que el logo del feminismo es el símbolo que representa a la mujer y el puño cerrazo en alza, que representa el comunismo. Por cierto, esta mujer tenía esquizofrenia. Me parece importante comentarlo, ya que ello quizá explicaría muchas de las barbaridades que escribió.

En Occidente, la mujer fue adquiriendo derechos uno tras otro hasta equipararse con el hombre: sufragio, propiedad privada, trabajo, maternidad, finanzas, etc. En términos de derechos, la mujer es igual al hombre (incluso en países como el nuestro, ya tiene más derechos que éste). En lo que respecta a la sociedad, a pesar de que sigue existiendo violencia contra la mujer, ésta ha dejado de ser sistémica. Se la puede achacar a la maldad inherente del ser humano, pero ya ha dejado de ser algo estructural. Es precisamente por este motivo que el Feminismo de la Tercera Ola ha pervertido por completo la naturaleza de su causa. Si las anteriores generaciones luchaban por el derecho de la mujer a vivir su vida libremente, este feminismo malvado ataca a las actrices porno, a las prostitutas, a las mujeres que trabajan en la Fórmula 1, a aquellas que quieren ser madres y amas de casa. Se les dice que no deberían emplear su libertad para esos fines. Este feminismo es el causante de que, en el día de la mujer, haya mujeres impidiendo que otras mujeres puedan ir a estudiar a la universidad ese día (8 de Marzo de 2018, Universidad complutense de Madrid). Antes se manifestaban por su derecho a estudiar, ahora se manifiestan para prohibir que estudie.

Es un movimiento completamente misándrico, hasta el punto de boicotear en los cines de Barcelona el estreno de "Silenciados", un documental que expone el maltrato que sufren algunos hombres, o de enarbolar eslóganes como "hetero muerto, abono pa' mi huerto" o "ni piernas, ni brazos, machitos a pedazos". Antes buscaban el derecho a demostrarle al mundo entero que eran tan capaces o más que cualquier hombre, ahora piden cuotas de género para obtener puestos de trabajo sólo por ser mujeres. El Feminismo de la Tercera Ola se ha convertido en todo lo que la historia del feminismo siempre ha combatido. Es un movimiento sin razón de ser , que cada día debe inventarse nuevas excusas para seguir atrayendo adeptos: los micromachismos, el machismo del aire acondicionado, la violación telepática o el lenguaje inclusivo. Todo ello para enfrentar a hombres y mujeres por causas absurdas y crear fractura social de la que mucha gente se está lucrando.

El feminismo ha fracasado, ha fracasado por completo. La mujer moderna ha demostrado que puede ser igual de mala, o peor, de lo que históricamente ha sido el hombre. Por eso soy profundamente antifeminista.



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