LA DICTADURA DE LA IDEOLOGÍA DE GÉNERO



En esta entrada, voy a compartir anécdotas que os van a poner los pelos de punta. Se trata de cómo la ideología de género se está abriendo paso en la sociedad, disfrazada de proteción de los derechos civiles, cuando en realidad es un claro recorte a las libertades sociales. Quiero que la gente sepa a qué nos estamos enfrentando. Pero primero, hagamos un breve repaso de biología básica.

La biología dice que la mujer tiene cromosomas XX, mientras que el hombre tiene cromosomas XY. Cuando hombre y mujer se reproducen, el bebé resultante adquirirá un cromosoma de cada uno de sus progenitores. La madre siempre le va a dar un cromosoma X. Si el padre le da otro cromosoma X, el bebé sera una niña. En caso contrario, si le da un cromosoma Y, será niño.

La ideología de género es una corriente de pensamiento que disiente de la ciencia y afirma que la biología se equivoca. Defiende que el sexo de una persona está determinado por cómo se siente, no por su biología. El mismo término de "ideología de género" ya es equívoco, porque las personas tienen "sexo" (hombre y mujer) y son las cosas las que tienen "género" (masculino y femenino). Ante esto, uno puede pensar "¡dejadle que se sienta como quiera, es libre de hacerlo!", y yo pienso que eso es totalmente aceptable. El problema surge cuando la libertad de un individuo a sentirse como más le guste quebranta la libertad de otras personas a tener su propia forma de pensar. Y aquí es donde comienzan las anécdotas que ponen los pelos de punta.

En 2017, nos encontramos con un profesor de instituto de Oxford llamado Joshua Sutcliffe, de 27 años. Un grupo de alumnas realiza un trabajo en grupo, ante lo cual, él les dice simplemente "¡buen trabajo, chicas!". ¿Sabéis qué ocurrió? Que una de esas alumnas se autopercibía como un niño, por lo que Stutcliffe fue denunciado y suspendido de empleo y sueldo, a pesar incluso de que se disculpó por sus palabras. ¿Dónde se protegió la libertad ideológica de este profesor? En ninguna parte, la ideología de género se la arrancó de cuajo.



También en 2017, Canadá aprobó la llamada "Ley de Apoyo a la Infancia, los Jóvenes y las Familias” por 67 votos contra 11. ¿Qué efectos tiene esta ley? En primer lugar, si una mujer embarazada acude al hospital y el médico le dice de qué sexo es el bebé, ese médico pierde su licencia para ejercer la medicina y se enfrenta a consecuencias penales. Asimismo, los padres que cuestionen el sexo con el que sus hijos se identifican, incluso al llevarlos ante un psicólogo para profundizar en lo que les ocurre, pueden perder su custodia a manos del Estado.




Seguramente, el caso más escalofriante de las atrocidades de la ideología de género sea el de David Reimer. David nació en Canadá en 1965 y durante su operación de circuncisión, sus genitales acabaron mutilados por accidente, por lo que se optó por crearle una vagina de manera artificial. Se lo educó como a una niña y se le inyectaron hormonas para neutralizar su desarrollo como varón. Sus padres le cambiaron el nombre a "Brenda". Mientras tanto, a su hermano gemelo, Brian, se le diagnosticó esquizofrenia. A los 13 años, David/Brenda cayó en una profunda depresión, pues no se identificaba como niña. Su hermano Brian, también cayó en la depresión por haber salido ileso de su propia circuncisión y no haber podido ayudar a su hermano David. En 2002, Brian se suicidó como consecuencia de una sobredosis de antidepresivos. Dos años más tarde, concretamente el 5 de Mayo de 2004, David se voló la cabeza con una escopeta recortada. Ante el remordimiento de las decisiones tomadas respecto a su hijo, su padre, Ron, que ya padecía problemas de alcoholismo, se suicidó también poco después. Su madre, Janet, vivió entre antidepresivos desde entonces.

Y esta locura ya ha llegado a España. En la Comunidad de Madrid, ya tenemos la "Ley 3/2016, de Protección Integral contra la LGTBIfobia y la Discriminación por Razón de Orientación Sexual". ¿Qué bien suena el nombre, verdad? Protección, discriminación, libertad... Te hablan con un lenguaje muy bonito. ¿A quién puede no gustarle la protección de la libertad y los derechos civiles? Pero no es más que un lobo con piel de cordero. Esta ley dicta que no necesitas ninguna cirugía o tratamiento hormonal, ni informes psiquiátricos, ni nada salvo tu palabra para ser hombre o mujer, según te parezca mejor. Y es una ley que está trayendo de cabeza a los jueces, puesto que muchos hombres acusados en el marco de la Violencia de Género se están declarando a sí mismos como mujeres, para evitar que los lapiden. Ante esa declaración, el juicio se suspende automáticamente. Así de chapuceras son las leyes "inclusivas", que le quitan derechos a unos para dárselos a otros y provocar así una clara asimetría penal y desigualdad social.

La dictadura de la ideología de género ha creado un vocablo para atacar a todo aquel que disienta de su particular visión de la vida humana: "tránsfobo". Con esta horrible palabra, quieren expresar que cualquiera que ose disentir de sus dogmas es automáticamente una persona que odia, que rechaza y que niega los derechos de las personas que sufren el trastorno de disforia de género, o lo que es lo mismo, personas que se identifican con el sexo opuesto al que se les otorgó la biología. Estas personas opinan que la mejor forma de proceder es la amputación genital y el constante tratamiento hormonal. Las personas como yo, los llamados "tránsfobos", creemos que hay que estudiar caso por caso, descartar factores ambientales, como que "papá y mamá querían una niña, pero les salió un niño", estar seguros. Creemos en el camino de ayudar a estas personas (no condenarlas, como sugiere la palabra "tránsfobo") a gustarse a sí mismas tal y como son y que vivan lo más felices posible.

Sin embargo, ante el rápido avance de estas leyes liberticidas y faltas de evidencia científica alguna, las personas como yo podríamos convertirnos próximamente en delincuentes... por la sencilla razón de tener una visión distinta de la vida.

Pensad en ello.

Comentarios

  1. Muy interesante el artículo ,creo que lo que pasa es que se radicaliza todo. Hay que estudiar todos los casos y ayudar a las personas en función de sus necesidades y de cómo se sientan. Todas las opiniones son respetables mientras no se falte al RESPETO o se conviertan en ataques pero a veces las personas están tan absortas en sus problemas o complejos para desarrollarse que opiniones contrarias a lo que piensan las consideran como tales , lo que prohíbe la libertad de pensamiento y además todos los casos son distintos. Lo importante es la felicidad del ser humano y su integración y aceptación en la sociedad independientemente de su pensamiento y libertad ideológica, sexual y espiritual

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    1. Totalmente de acuerdo con todo lo que has dicho. Gracias por el comentario.

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