SESGO DE CONFIRMACIÓN
Quisiera compartir una reflexión que... ains, me temo que va a levantar ampollas. Así que voy a esforzarme por fundamentar mi postura, para que al menos se vea que esto no es otra publicación vulgar, ni tampoco estoy poniéndome del lado de nadie.
Cuando se trata de política, desgraciadamente ya no estamos hablando de medidas económicas y sociales para regular el Estado, sino que hablamos de principios filosóficos, de valores humanos y de la lucha entre el bien y el mal. Así de corrompidos nos han hecho, a ti y a mí.
Todos nosotros, yo incluido, tendemos a aceptar como verdad aquello que corrobora nuestras ideas y a negar con rotundidad todo aquello que las ponga en duda. Esto es lo que se conoce como "sesgo de confirmación". Esto es un gran impedimento para que podamos evolucionar como seres humanos, nos retroalimentamos con lo que ya sabemos... o creemos saber.
Supón que eres izquierdista a tope y lees que VOX ha subido los impuestos. El relato que tu mente va a construir, va a ser el de "estos hijos de puta quieren robarme aún más para comprarse sus chalets y vivir entre lujos". Pero supón que esto lo hace Podemos, creo que tenderás a pensar que "es necesario recaudar impuestos para poder establecer políticas sociales que mejoren la calidad de vida de los ciudadanos". Esto es precisamente el "sesgo de confirmación".
Y es una mentira, es completar la información que no tienes mediante el uso de la imaginación. ¿Y cómo se resuelve esto? Yo no tengo la respuesta mágica, pero intuyo por dónde va la cosa. En primer lugar, has de ser una persona con información suficiente. Esto implica leer mucho, dedicarle horas a leer, contrastar, informarte, asimilar y reflexionar. ¿Verdad que tú no lo haces? ¡Claro que no! Estás demasiado ocupado haciendo la compra, llevando a los hijos al cole, viendo "Forjado a Fuego" o planificando la cena de Navidad. Pero quiero que seas consciente de que NO LO ESTÁS HACIENDO.
Olvídate de tu ego por un momento, que te aseguro que es más grande de lo que crees. Y luego mira a todas estas cuestiones como si fueras un niño pequeño que observa una mariposa por primera vez en su vida. ¿Qué ves?
Al final, mucha izquierda, mucha derecha, mucho progre y mucho facha... pero tienes mucho más en común con el vecino de la puerta de al lado, que con el partido político al que le has entregado tu alma. No te equivoques de bando. Sé humilde. Escucha otras opiniones. Estate preparado para aprender de los demás y para desprenderte de toda la basura que te han colado en tu cabeza sin ser consciente de ello.
Se me ha tachado de "radical", de "extremista", "facha", "comunista", "egocéntrico", "pedante"... pero lo único que deseo transmitirte es que te tomes tu tiempo para analizar las cosas, que no te precipites, que no juzgues a la ligera. Intenta encontrar aquello que te une al que tienes al lado, en lugar de aquello que te separa de él. Entiende que no eres "especial". Eres un ser humano más y, por lo tanto, tienes las mismas necesidades que cualquier otro ser humano. Sentirse "especial" es algo que puede provocar muchísimo daño. No lo hagas. Cierra la boca y abre los oídos. Olvídate de hacer la guerra y céntrate en hacer amigos. Vivirás más feliz. Yo he tardado décadas en aprenderlo. Dale una oportunidad al diálogo, especialmente con aquellos que dicen justo lo contrario de lo que quieres oír. Sé paciente, sé amable, hazte entender. Juntos, podemos crear cosas buenas, podemos entendernos entre nosotros y tender puentes.
Comentarios
Publicar un comentario