CÓMO AFRONTAR LA DEPRESIÓN

La depresión es mucho más que un estado de ánimo, es un trastorno y una enfermedad. Es altamente incapacitante, pues quien la sufre pierde las ganas de vivir y deja experimentar satisfacción por las cosas que hace. La vida deja de tener sabor, los días se hacen todos iguales y cualquier cosa cuesta un esfuerzo tremendo. Si alguna vez te has visto en esa situación, este artículo es para ti.

A nivel neurológico, la depresión es un desequilibro en la química de nuestro cerebro, que puede tener consecuencias tanto físicas como psicológicas. Hay dos sustancias estrechamente relacionadas con la depresión: la norepinefrina y la dopamina. Ambas sustancias son neurotransmisores, y la primera actúa también como hormona. Un neurotransmisor es una sustancia que transporta información de una neurona a otra y permite que nuestro cerebro funcione. Pero sin duda, el neurotransmisor más importante implicado en el trastorno depresivo es la serotonina.

El desequilibrio de estas sustancias en el cerebro puede provocar un bajo estado de ánimo, lagunas de memoria, pensamientos erráticos, insomnio, sentimientos de culpa, dificultad para concentrarse, pensamientos suicidas, etc.

Cuando hablamos de las causas, existen tres principales: factores genéticos (hay indicios de que el trastorno depresivo es hereditario), factores ambientales (una infancia triste o la muerte de un ser querido); y por último, el uso de drogas recreativas.

Si la causa de tu depresión es la genética, es posible que tus glándulas suprarrenales no funcionen correctamente, o tal vez tu glándula tiroidea. Eso solo se puede tratar tomando medicación de forma indefinida. Si la causa son los factores ambientales, reflexionar y amueblar bien tu cabeza puede suponer la clave, y por supuesto, contar con ayuda psicológica y/o psiquiátrica. El tema de las drogas de uso lúdico requiere cierta explicación. La serotonina, ese neurotransmisor tan importante, se almacena dentro de las neuronas. En el momento de la consumición de estos estupefacientes, las neuronas liberan toda la serotonina en el cerebro, creándonos una sensación de felicidad y bienestar. El problema viene cuando se pasan los efectos, que es cuando las neuronas se han quedado vacías y somos incapaces de generar más a una velocidad suficiente. Por ese motivo, la mejor forma de combatir tu depresión por abuso de tóxicos es, por supuesto, abandonar su consumo y combinarlo con un tipo de medicamentos denominados "Inhibidores Selectivos de la Recaptación de Serotonina" (ISRS), que básicamente hacen que la serotonina no se disperse tanto por el cerebro y sí que se vaya almacenando dentro de las neuronas con más facilidad.

Independientemente de cuál sea el origen de tu depresión, existen otros métodos de afrontamiento que no requieren de nada salvo constancia.

1. Ejercicio. El movimiento genera endorfinas que aumentan nuestro bienestar emocional de forma inmediata. Sé perfectamente que, estando en esa situación, lo que menos te apetece es moverte, y mucho menos salir a correr o caminar. Debes obligarte a hacerlo si quieres salir del hoyo en el que estás.

2. Cuida tus hábitos domésticos. Hacer la cama, mantener una higiene cuidada y ver la casa limpia y recogida, no solamente hará que te muevas, sino que te aportará un estado de satisfacción y te motivará para seguir avanzando. Vivir en una pocilga deprime a cualquiera.

3. Escucha música. Existen múltiples estudios que apuntan a que la musicoterapia puede aliviar el estado anímico cuando se practica habitualmente por un período no inferior a dos o tres semanas. Eso sí, trata de que sea música que te haga feliz, no recurras a la música melancólica.

4. Cuida la alimentación. Tener depresión y alimentarse a base de comida basura por no tener ganas de cocinar es una combinación muy mala. Tu cuerpo necesita proteínas, grasas e hidratos de carbono de calidad para mantener en marcha la maquinaria para producir lo que necesitas para curarte. Es una buena idea ayudar con algún complemento vitamínico. La vitamina B es buenísima. Es bueno comer huevo, frutos secos crudos, verduras y frutas verdes, etc. El pescado, las legumbres y algunos tipos de semillas (como el sésamo o las nueces) contienen omega-3, lo cual va a tener un impacto muy positivo en tu recuperación.

5. Entra en contacto con la naturaleza. Ve al monte o a la playa. Sal de la ciudad, de sus ruidos y de sus ajetreos. Está científicamente demostrado que el sonido de las olas del mar estimula las ondas beta del cerebro, lo que produce un estado de bienestar y relajación. Y no solo eso, cualquier entorno está rodeado de iones, tanto positivos como negativos. Los iones son átomos cargados con energía eléctrica. La mayor fuente de iones positivos proviene de los aparatos y dispositivos electrónicos. Estudios realizados en el Mount Carmel College de Bangalore y la Universidad de California han demostrado que los iones positivos drenan nuestra energía, mientras que los negativos fortalecen nuestro estado anímico y mejoran aún más la producción de serotonina.

Y sobre todo recuerda que la depresión no se cura sola. Aunque lo veas todo negro y no te queden esperanzas, puedes salir de ahí... pero requiere voluntad y esfuerzo. Cada día, repítete que al día siguiente estarás un poco mejor y que, con el paso del tiempo, volverás a ser la persona que eras.

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