UN REGALO ENVENENADO


Esta entrada en el blog va a ser breve y sencilla, pero esconde una sabiduría ancestral de la que me he nutrido y que me ha marcado profundamente en mi vida.

Existe una vieja historia ambientada en el Japón antiguo, que versa sobre un anciano espadachín que daba clases en un dojo y cuya experiencia vital sobrepasaba con creces lo mundano. Un día, llegó al pueblo un ronin, un samurái sin señor, buscando fama y gloria al derrotar a otros poderosos maestros. Su habilidad era tal, que esperaba siempre el primer golpe de su rival y, con un centelleante movimiento de su espada, asestaba un golpe letal que era imparable. El ronin entró en el dojo del anciano y lo retó a un duelo, alegando ser el más habilidoso espadachín del mundo. Lo conminó a esgrimir su espada y a enfrentarse a él. El anciano, con el pulso muy templado, se quedó impasible ante el desafío. Entonces, el ronin empezó a provocarle. Atentó contra su honor, llamándolo cobarde. Profirió todo tipo de insultos contra el viejo maestro, pero este ni se inmutó. Continuó atacando su valía durante muchas horas, y el viejo maestro no daba muestra alguna de querer entablar combate. Sus discípulos tenían los ánimos crispados e incitaban a su maestro a corresponder a su enemigo, pero el maestro permaneció en calma. Cuando ya cayó la noche, la paciencia del ronin se desmoronó y abandonó el dojo, insatisfecho con la impasibilidad del anciano. Fue entonces cuando los alumnos le preguntaron a su maestro cómo es que se había dejado humillar de esa manera. El maestro les respondió:
"Cuando un enemigo te ofrece un regalo envenenado, es tu deber rechazarlo. De esa manera, el veneno se lo queda él, mientras que tú permaneces puro".
Esta historia nos enseña que nosotros decidimos nuestros actos, no los demás. Cuando permites que sean otros los que escojan por ti, pierdes inmediatamente tu libertad y la ves supeditada a los intereses ajenos. Es en ese momento en el que te descarrilas, olvidas tu camino y te pones al servicio de otros. Pero eres tú el único dueño y señor de tus pensamientos y tus actos. Toma las riendas de tu vida y sé fiel a los dictados de tu corazón. Es el único modo de vivir con plenitud.

Gracias a todos mis lectores, no sería lo mismo sin vosotros. Suscribíos al blog si queréis recibir novedades. No os llegará nunca spam desde aquí, simplemente os llegará un correo si hay nuevas publicaciones.

Comentarios

  1. Gran sabiduría la que nos enseña ese anciano. Muchas gracias por transmitírnosla. Enhorabuena.

    ResponderEliminar
  2. Me encanta la sabiduría. Pero tiene que estar muy trabajado ese anciano consigo mismo. Con su ego y sus miedos y frustraciones para no sentirse atacado ni influenciado ni por el entorno ni por los demás sobre todo cuando los consejos te lo dan amigos o familiares. Y no siempre los consejos son buenos. Muy buen artículo. Felicidades

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

ENTRADAS POPULARES