MODELOS DE ESTADO: ESPAÑA

Me habéis pedido que escribiera un artículo dando mi opinión sobre esa gran pregunta de qué va a pasar a continuación con España después de la cuarentena. Esta serie de Modelos de Estado siempre tuvo como objetivo ayudar a entender mejor el mundo en el que vivimos hoy. Al contrario que otros artículos en los que mezclo datos objetivos con opiniones personales, en esta ocasión voy a dar estrictamente mi opinión personal. Lo cierto es que la situación es muy crítica y por primera vez tengo miedo de verdad por nuestro futuro. Observo ciertas tendencias en las dinámicas sociales que no presagian nada bueno.

En primer lugar, España está de la cabeza a los pies podrida de odio. Ya no se puede hablar libremente en este país, pues todo lo que dices resulta ofensivo y siempre acabas convirtiéndote a ojos de los demás en una especie de caricatura de Voldemort. En el Congreso de los Diputados pasa exactamente lo mismo. Las disputas entre partidos acaparan absolutamente todo el panorama político, es a lo único a lo que se dedican. Bueno, a eso y a proteger y engrosar sus fortunas. Nos mienten a diario y ya ni siquiera hacen esfuerzos por ocultarlo. Los españoles, gracias a nuestra más absoluta desidia a la hora de participar de la política, estudiarla y conocerla, le hemos entregado en bandeja nuestras vidas a sinvergüenzas miserables como Pedro Sánchez, Fernando Grande-Marlaska, José Luis Ábalos, Carmen Calvo, Pablo Iglesias, Pablo Echenique, Irene Montero y el resto de sus amigos criminales. Si a estas alturas no os habéis dado cuenta de que todas esas personas han traicionado el espíritu de la democracia y su juramento de servir al interés general, entonces estáis más allá de toda salvación. Porque cada una de esas personas que he nombrado es susceptible de ser relacionada con al menos una prueba que exija su inmediata dimisión. En orden, estas pruebas (y hay muchas más) podrían ser mentir como un bellaco en las elecciones, destituir al Jefe de la Guardia Civil por hacer su trabajo, reunirse con personas que tienen el acceso a España vetado para hacer qué se yo en secreto, aprobar eventos públicos en medio de una pandemia con tal de obtener beneficio político, comprar chalets con dinero del narcotráfico de Evo Morales, elaborar noticias falsas sobre ambulancias a las que presuntamente se les impide el paso en una manifestación, o usar el dinero de los españoles para no comprar mascarillas ni respiradores, pero sí pegatinas feministas. Aquellos de vosotros que leáis esto y sintáis el impulso de decir "¡pero la derecha es aún más mala!", sencillamente no os puedo ayudar. Si afrontáis vuestro futuro como si fuera un partido de fútbol, no os puedo ayudar. Vuestro sectarismo no os va a salvar del infierno que estamos a punto de empezar a vivir. La Derecha ahora no está gobernando el país, la Izquierda sí. Y las personas que en estos momentos os están gobernando a vosotros y también a mí están muy por debajo del listón que yo considero que deberían alcanzar. Muy por debajo de mis principios como ser humano. Somos un país que se avergüenza de sí mismo, por eso no queremos ver ni en pintura la bandera española y nos provoca tanta repulsión, que incluso llegamos a matar a personas por este motivo (dícese de gente como Rodrigo Lanza). ¿Os parece normal que un miembro de ETA como Otegi, responsable de tanto dolor causado al pueblo español durante años, ahora salga en platós de televisión y la gente le aplauda como si fuera un héroe nacional? ¿Seríais capaces de imaginaros a Osama Bin Laden como héroe del pueblo americano? ¿Qué pasa, ya se nos olvidó aquel 13 de julio de 1997, con todos los españoles delante del televisor y el corazón en un puño?

Por otro lado, la economía ya ha colapsado. Los últimos datos oficiales sobre la deuda pública española corresponden a marzo de este año. Después de no parar de aumentar con Pedro Sánchez, en marzo llegamos al 99.01% del PIB. Quiero detenerme en esto un momento. ¿Tenéis idea de lo que quiere decir esto? Significa que, por cada euro de riqueza que crea España, España paga 99 céntimos y ahorra 1 céntimo. Y esto fue en marzo. Durante los meses inmediatamente anteriores, la deuda venía aumentando un 2.5% al mes, por lo que ahora que estamos en junio, deberá estar en torno al 106% del PIB, más o menos. También dicen que el PIB ha caído un 14% desde la cuarentena. Echad cuentas. Llevo diciendo desde 2018 que España necesitaría ser rescatada por la Unión Europea en 2021. El COVID-19 tan solo ha acelerado un poco el proceso y me parece a mí que ahora podría ser a finales de este año. Pues bien, ya está puesto sobre la mesa el debate de qué pasará si nos tienen que rescatar. Se está hablando ya de congelar las pensiones o incluso recortarlas. Y por supuesto, los impuestos no van a parar de subir. Pero como esto va pasando poco a poco, la gente no reacciona. La deuda de España ha llegado a un punto de no retorno. Hemos condenado a las siguientes generaciones a la pobreza y esto ya no hay quien lo pare. Con todas las veces que se ha dicho que el Socialismo solo conduce a la miseria, y aquí estamos, al borde del abismo. Muchos de vosotros vais a tener que haceros a la idea de que vais a perder vuestro trabajo. No vais a poder pagar vuestro alquiler y podríais acabar viviendo en la calle. Otros no lo sufriréis tan drásticamente, pero tened por seguro que vais a cancelar la suscripción a Netflix, dejar de ir al cine, dejar de salir a comer fuera, usar calcetines con agujeros, aprender a buscar cupones de oferta para la comida, daros duchas cortas con jabón barato, cancelar vuestras vacaciones, celebrar bodas más austeras, etc. Aumentarán los delitos y la violencia a medida que vaya aumentando el malestar. Esa realidad ya es imposible de parar y en verdad os digo que me hace temblar de miedo.

"No la vida, sino la buena vida, es lo que debe ser más valorado."

- Sócrates.

La calidad de una democracia se mide por la calidad de sus ciudadanos. La ignorancia y el sectarismo que reinan en España nacen directamente de sus ciudadanos, no de sus políticos. Vivimos en un país que fomenta la mediocridad, la discordia, la sinrazón y la ignorancia. Sé a ciencia cierta que estaréis en estos instantes pensando en otras personas, siempre es más fácil mirar al de al lado, pero lo que creo que debéis hacer es miraros a vosotros mismos. Y yo también he de hacerlo. La lógica de que siempre es otro el responsable, la tenemos todos. Y esa lógica no funciona. Creo que todos deberíamos parar un momento y hacernos algunas preguntas. ¿Qué diríais de vuestro esfuerzo a la hora de aprender sobre política y economía, para así poder ejercer el control sobre las personas que habéis designado para que administren vuestro dinero, vuestra libertad y vuestro futuro? Haced la prueba de transcribir a papel todo lo que sabéis sobre política y economía, para así compararlo con lo que pretendéis que sepan los que gobiernan nuestras vidas. El débil nunca puede dominar al fuerte. Que no os engañen, esto no lo ha causado el COVID-19, sino la debilidad del pueblo español. Nuestra debilidad. He oído a muchas personas decir que no van a votar porque "todos son iguales", o absurdos como "yo soy apolítico". Permitidme deciros que eso no es así en absoluto. Al igual que pasa con el comercio, en el que obtenemos bienes de consumo a cambio de dinero, en la democracia compramos ideas políticas a cambio de votos. Cuando una empresa fabrica un producto de baja calidad o de precio excesivo, no se lo compramos y esa empresa debe replantearse su negocio para mejorar su competitividad respecto a otras empresas o quebrar. Igual que los partidos políticos. Lo que ocurre es que con la política, actuamos igual que un perro y nos comemos lo que sea que nos echen en el plato. Aquí abajo os dejo un vídeo de un ex miembro del KGB soviético que explica cómo nos han conseguido convertir en esto.

No reaccionaremos hasta que ya sea demasiado tarde. O mejor dicho, ya es demasiado tarde y no hemos reaccionado. Toda la degradación que están a punto de sufrir nuestras vidas vendrá poco a poco. No notaremos nada, solo pequeños cambios de un día a otro. Empezaremos a contentaros porque, bueno, al menos tenemos Netflix. Al poco tiempo, estaremos contentándonos por tener pan. Y así es como la democracia muere, abandonada en silencio sobre una camilla de hospital mientras recibe morfina y sedantes.

"Aquel que no conoce su historia, está condenado a repetirla."

- Napoleón Bonaparte.

Esta situación no se puede revertir. Revertirla implicaría volver a tener una mayoría de gente culta, gente que no se conforme solo con saber que la situación no le gusta, sino saber en qué dirección remar. Implicaría cambiar la percepción de las personas de que se puede vivir en libertad sin ejercer la responsabilidad. Implicaría que a la gente le tendría que nacer el sentido de la autocrítica. La gente solo cambia cuando ve el abismo delante de sus pies. La situación de odio y sinrazón que estamos viviendo actualmente no tiene precedente alguno desde 1936. Y aquí estamos, en un 2020 que parece el 1984 de George Orwell. Algunos pensaréis quizá que soy pesimista, pero yo creo que hay que ser optimistas hasta donde sea razonable serlo y no más. Un buen momento para el optimismo habría sido el día antes de las elecciones, por ejemplo. Pero cuando ya están todas las cartas sobre la mesa y el resultado es evidente, el optimista se convierte en iluso si sigue pensando igual. Esta situación no se va a resolver saliendo a aplaudir al balcón, os lo aseguro. Nuestra deuda pública ya ha rebasado el 100% del PIB, eso es un hecho. Esto no había ocurrido en España desde 1909. Pensad en la calidad de vida que tenían los españoles de entonces. ¿Qué haces cuando tus gastos superan a tus ingresos? Recortar de donde se pueda. Bruselas nos obligará a realizar muchos de los ajustes que ya se deberían haber hecho para ahorrar. Va a haber recortes de todo tipo, eso es un hecho. Si recordáis por un momento lo dura que fue la crisis de 2008, que sepáis que por aquel entonces nuestra deuda era del 39% del PIB. Recordad todos aquellos recortes y ese bajón tan descomunal en vuestra calidad de vida. Pensad ahora cómo es una crisis económica con una deuda del 106%. ¿Qué os dice vuestro optimismo sobre eso? A mí me dan ganas de llorar y estoy muerto de miedo por lo que se avecina. La realidad es que los españoles nos hemos desligado tanto de la política y de la memoria histórica, que hemos renunciado voluntariamente al derecho a gobernar nuestro propio país. Si queréis salvar España, o más que sea salvaros a vosotros mismos, deberéis convertiros en mejores personas. Sin más. Más sabios, más tolerantes, más honestos... mejores. España no es la bandera, ni el territorio, ni tampoco el gobierno. España somos nosotros. Yo solo puedo predicar desde el ejemplo. No lo sé todo y en ocasiones me equivoco, seguramente mis artículos estén plagados de errores y vicios de todo tipo, pero me esfuerzo con gran intensidad por ser cada día una persona mejor, porque aspiro a vivir en un mundo mejor. ¿Y vosotros?

Escuchad esta reflexión de Arturo Pérez-Reverte antes de iros.

"El crimen más grande que puede cometerse contra cualquier ciudadano es negarle una educación que lo emancipe de la miseria y la excomunión."

- Juan Ignacio Paulino.

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