FIN DE LAS PUBLICACIONES

Este blog fue creado como un taller de aprendizaje, sobre todo para mí mismo. Cuando dejas fluir los pensamientos sobre el papel, muchas veces logras encajarlos de forma más acertada y eso te sirve para tener las cosas más claras. Este aprendizaje me ha llevado hasta un punto en el que, para seguir pudiendo avanzar, he de empezar a andar por otro sendero.

Yo siempre quise perfeccionarme a mí mismo para poder aportarle cosas al mundo y mejorarlo de alguna forma. Mediante la lectura, logré determinar qué ideas me parecían mejores y comencé a defenderlas. La primera gran cuestión que resolví fue el enigma que encerraban unas palabras muy sabias que alguien me dijo una vez. Dijo: "no podemos controlar lo que hacen los demás". No le di ninguna utilidad a esa frase durante bastante tiempo, hasta que se me ocurrió darle la vuelta. Ahí es cuando se encendió la chispa. Pensé: "si yo no puedo controlar lo que hacen los demás, eso significa también que nadie puede controlar lo que hago yo". Esa pequeña perla de sabiduría ha tenido un impacto verdadero en mi vida. Todo aquello me llevó, por puro azar, a escuchar a otra persona decir "si quieres cambiar el mundo, empieza por tu casa". Me di cuenta así de que aquello que llamamos "mundo", en realidad no es el mundo, sino que es nuestra percepción del mundo. Eso significa que, dentro de mi mente, yo soy dueño y señor. Lo puedo modificar todo en la medida en que saque tiempo y supere mis propias barreras autoimpuestas.

Esas ideas me condujeron a consolidar mi pensamiento como liberal y solo entonces me di cuenta de que todo eso ya estaba inventado desde antes de que Jesucristo perdiera la zapatilla. ¿Es que acaso resulta novedosa la frase que dice "vive y deja vivir"? No es nueva para nada, lo que pasa es que es una de esas frases que suenan bien, pero sobre las cuales no había reflexionado en serio todavía. Esto me llevó a su vez a otra reflexión muy importante. La mayoría de los conflictos entre personas se deben a quebrantar ese principio de alguna forma. He discutido innumerables veces sobre política con personas conocidas y desconocidas. Creo que no he llegado a convencer a nadie de absolutamente nada. Y la gente que sí me sigue, ya pensaba de esa manera. ¿Os dais cuenta de las energías que pierden las personas discutiendo de política o ideología? Basta un almuerzo laboral para que alguien suelte algo sobre feminismo, o sobre religión (en el fondo es lo mismo), política o fútbol. Y en medio de todas esas discusiones, uno siempre quiere imponerle al otro su visión de las cosas. Siempre hay alguien que quiere poner en su sitio a algún bocazas. Siempre está ese cuñado profesional que te intenta explicar por qué la Tierra es plana y las vacunas provocan autismo. Eso no es para nada vivir y dejar vivir. No trae más que frustración, amistades rotas, enfados... Pero si uno trata de hacer una lista comparativa entre lo que gana y lo que pierde al meterse en estos berenjenales, ¿qué pone la lista de las ganancias?

Yo me he hecho esa pregunta. Al principio he intentado decirme que es importante saber de estas cosas, ya que uno tiene que ir a votar estando bien informado, para tener el mejor gobierno posible. Si soy honesto conmigo mismo, me veo incapaz de traducir todo eso en algo que resulte útil. Poner tu voto en la urna sí tiene probabilidades de convertirse en algo. Discutir con la gente, no. Y jamás ha salido el gobierno que yo quería ni se han tomado las políticas socioeconómicas que yo defendía. Entonces, ¿qué ponemos en la lista de lo que hemos ganado?

Por todo esto, creo que es hora de cambiar de camino. He tomado la decisión de desengancharme de las noticias y de la política, de las horas de chat en redes sociales que no llevan a nada. Me informaré de lo que yo decida que es importante para mí y de nada más. Y una vez tomada esa decisión, deja de existir propósito alguno en este blog, por lo que pienso que lo más honesto es ponerle fin.

"El cambio es siempre el resultado final de todo verdadero aprendizaje."
- Leo Buscaglia.
Espero que a los que me hayáis seguido hasta ahora os haya podido aportar algo con valor de cara a vuestras vidas, aunque no sea sino mero entretenimiento. Os doy las gracias de todo corazón por haber estado ahí. Ahora toca seguir creciendo como persona hasta alcanzar las estrellas. ¡Hasta siempre!


Comentarios

  1. Feliz viaje, y recuerda, Ítaca no prometió nada, sólo un hermoso viaje. Gracias.

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